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Tensioactivos: ¿Cuáles utilizar?

Los mojantes (también conocidos como tensioactivos o surfactantes) son compuestos que pueden actuar como coadyuvantes para aumentar la superficie de contacto entre las gotas del asperjado y la superficie del blanco (por ejemplo: hojas, insectos, hongos, etc.) al disminuir la tensión superficial del caldo de aspersión. Este fenómeno provoca una marcada mejora de la película de cobertura y distribución de las gotas. 

Existen varias clasificaciones de tensioactivos: carga, naturaleza, origen, etc. Estrictamente hablando de la naturaleza electrónica de los tensioactivos, podemos dividirlos en aniónicos (carga negativa), catiónicos (carga positiva), zwiteriónicos (ambas cargas presentes, pero carga formal cero) y no iónicos (carga neutra).  Debida a la naturaleza altamente cargada de los principios activos (herbicidas, fungicidas, etc.) recomendamos utilizar únicamente productos no iónicos con el objeto de evitar fitotoxicidad y/o incompatibilidades con las formulaciones conteniendo ingredientes activos de distintas naturalezas. 

¿Por qué utilizar tensioactivos no iónicos organosiliconados (“supper wetters)? Las formulaciones que contienen polímeros de trisiloxanos, tienen propiedades únicas que incluyen en tres aspectos fundamentales en el éxito de las pulverizaciones:

  • Adherencia: Disminuye el riesgo por endoderiva, ya sea por efecto rebote o escurrimiento.
  • Esparcimiento: Al lograr una menor tensión superficial con respecto a otras formulaciones, la cobertura en el objetivo es mayor.
  • Penetración: Debido a que logra una tensión superficial por debajo de 30 dinas/cm favorece a una mayor penetración estomática.

Por lo mencionado anteriormente, es de enorme importancia su uso, en mayor medida en aplicaciones para el control de malezas pubescentes, insectos y patógenos fúngicos, por su destacada capacidad de cobertura. Sumado a esto, se puede lograr un aumento en la eficiencia de las pulverizaciones por disminución del caldo asperjado por hectárea ya que sus propiedades de esparcimiento permiten lograr un óptimo control del blanco objetivo con un menor volumen por hectárea. Mayor eficiencia, con menor volumen. 

Debido a su baja tensión superficial, una desventaja que contiene estas formulaciones es la susceptibilidad a las condiciones ambientales extremas por su exposición, siendo correcto utilizar tensioactivos de base oleosa o un blend de surfactantes a base de alcoholes grasos etoxilados y siliconas que aumentan, en menor medida, la tensión superficial mitigando la termoderiva. 

Por otro lado, desaconsejamos enérgicamente el uso de productos ecotoxicológicos como el nonilfenol y derivados del mismo.

Por último, si bien la lecitina de soja tiene propiedades antievaporantes y tensioactivas (aunque en mucha menor magnitud), debido a las cargas eléctricas inherentes de la molécula en solución se puede llegar a ocasionar incompatibilidades físicas en el caldo de aplicación.

En la siguiente tabla, resumimos los principales tensioactivos presentes en el mercado.

Como conclusión, siempre es recomendable utilizar tensioactivos en el caldo de pulverización. Para aplicaciones invernales, se recomienda utilizar silicona 100%, siempre y cuando la demanda atmosférica sea baja (Tº ↓ y %Hr ↑); y en aplicaciones estivales o con condiciones ambientales adversas utilizar coadyuvantes que contengan aceite metilado + silicona.

Ing. Agr. Ferela Francisco, facultad de ciencias agrarias UNR.

Ex docente de la cátedra de malezas en la universidad nacional de Rosario.

Especialista en pulverizaciones.

Asesor técnico de Grupo Omics.